Parece mentira pero voy a cumplir 40! Según mi madre es la mejor década para una mujer, te sientes guapa y realizada. Además si has sido madre en la treintena ( como es mi caso que lo he sido por triplicado) te encuentras en un momento dulce donde descubres que el día empieza a tener algún minuto más ¿y por qué no utilizarlo en nosotras mismas?
Así que me miro al espejo y veo a una mujer joven, vital, fuerte... a la que le empieza a salir alguna cana... algún michelín que no recordaba tener.... y nota que su cara es realmente el espejo de su alma, ese alma que se ha pasado 9 años sin dormir, haciendo de camión de la basura con todas las sobras de la casa, esa mujer que ha llorado de desseperación y ha reído a mandíbula batiente con sus nuevas compañeras de viaje, esa mujer que ha VIVIDO sin mirarse a un espejo y que ahora se descubre ante él: ¡Oh dios mío!
Así que con esos 20 mintos que consigo sacarle al día empiezo a devorar artículos de belleza, me convencen y me gasto una fortuna en peelings para que desaparezcan mis poros dilatados, mis manchas hormonales, tratamientos de todo tipo para las estrías y como no, el bono del gimnasio, al que después de pagar un año completo ( porque parecía ser más barato) he ido sólo a 3 clases que me han hecho sentir que no sólo mi piel es de cartón si no que mi condición física es peor que la de las señoras de 60 que van en grupos.
Así que decidí no volver a pasar por eso, ni los tratamientos dieron el resultado que yo quería ni mi autoestima aumentó.
Al igual que las dietas milagro los tratamientos milagro:"no existen"
Y entonces fue cuando descubrí los productos Mary Kay, poco a poco me fuí creando una rutina para limpiar y tratar mi piel. Chicas, la constancia es la clave de todo. La piel tan estupenda que me dejaron los peelings de 180 € desapareció a las 3 semanas, pero con este tratamiento es brutal el cambio que notas, eso sí, o lo haces TODOS LOS DÍAS o no consigues resultados, porque es igual que las dietas; no puedes hacer régimen un día y al siguiente hincharte a bollos, no? pues esto es lo mismo. Y lo mejor, es que ahora estoy deseando que llegue ese momento, 5 minutos por la mañana y 5 por la noche y lo disfruto a tope. No dejo que nadie me interrumpa, me pongo música y me relajo y ahora empiezo a verme muuucho mejor. No sólo es que los productos me encantan, si no que además los disfruto tanto como comerme una super tarta de choco ( que ya os daré la receta)
En fin, todo esto me hizo lanzarme a vender este pedacito de relax y bienestar y si alguna lo quiere compartir conmigo estaré encantada.
Así que iré escribiendo de todas las cremas que vaya probando y que me gusten por si a alguna también le sirve.
¡Os escribo pronto!
Así que me miro al espejo y veo a una mujer joven, vital, fuerte... a la que le empieza a salir alguna cana... algún michelín que no recordaba tener.... y nota que su cara es realmente el espejo de su alma, ese alma que se ha pasado 9 años sin dormir, haciendo de camión de la basura con todas las sobras de la casa, esa mujer que ha llorado de desseperación y ha reído a mandíbula batiente con sus nuevas compañeras de viaje, esa mujer que ha VIVIDO sin mirarse a un espejo y que ahora se descubre ante él: ¡Oh dios mío!
Así que con esos 20 mintos que consigo sacarle al día empiezo a devorar artículos de belleza, me convencen y me gasto una fortuna en peelings para que desaparezcan mis poros dilatados, mis manchas hormonales, tratamientos de todo tipo para las estrías y como no, el bono del gimnasio, al que después de pagar un año completo ( porque parecía ser más barato) he ido sólo a 3 clases que me han hecho sentir que no sólo mi piel es de cartón si no que mi condición física es peor que la de las señoras de 60 que van en grupos.
Así que decidí no volver a pasar por eso, ni los tratamientos dieron el resultado que yo quería ni mi autoestima aumentó.
Al igual que las dietas milagro los tratamientos milagro:"no existen"
Y entonces fue cuando descubrí los productos Mary Kay, poco a poco me fuí creando una rutina para limpiar y tratar mi piel. Chicas, la constancia es la clave de todo. La piel tan estupenda que me dejaron los peelings de 180 € desapareció a las 3 semanas, pero con este tratamiento es brutal el cambio que notas, eso sí, o lo haces TODOS LOS DÍAS o no consigues resultados, porque es igual que las dietas; no puedes hacer régimen un día y al siguiente hincharte a bollos, no? pues esto es lo mismo. Y lo mejor, es que ahora estoy deseando que llegue ese momento, 5 minutos por la mañana y 5 por la noche y lo disfruto a tope. No dejo que nadie me interrumpa, me pongo música y me relajo y ahora empiezo a verme muuucho mejor. No sólo es que los productos me encantan, si no que además los disfruto tanto como comerme una super tarta de choco ( que ya os daré la receta)
En fin, todo esto me hizo lanzarme a vender este pedacito de relax y bienestar y si alguna lo quiere compartir conmigo estaré encantada.
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¡Os escribo pronto!
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